¿En qué consiste la terapia para adultos?
La terapia para adultos, es aquel espacio que elegimos para poder mirar hacía dentro de manera segura. Cuando llegamos a una determinada edad cronológica parece que entramos en la llamada «etapa adulta». Concretamente se habla de que a los 25 años es cuando realmente sucede esto, sin embargo, no todo el mundo se puede sentir adulto a esta edad o ya se han sentido adulto antes.
¿Por qué empezar terapia?:
El sufrimiento o el conflicto se dan en todas las etapas de vida de la persona. No es necesario padecer un trastorno psicológico, con una etiqueta clínica, para acudir a un psicólogo. La terapia para adultos se orienta a personas que en mayor o en menor grado sienten ansiedad, depresión, estrés, inseguridad, baja autoestima, vacío, miedo, fobias, obsesiones, confusión, dependencia, ira, etc.
Por eso, cuando comenzamos una terapia, lo importante es tener intención de querer trabajar sobre lo que uno siente interna o externamente, para, poder conectar con aquello que no se ha podido integrar en etapas anteriores.
El detonante de acudir a terapia psicológica, puede ser algo acumulativo, un hecho concreto o ciertos conflictos difíciles de manejar. Pero normalmente esto, nos habla de lo observable, no del origen y la base de por qué eso me ha detonado, y de esa manera.
¿Cómo se diseña la terapia para adultos?
La terapia para adultos se diseña de manera individualizada, y, como acabamos de decir, la persona que acude es parte activa. Por tanto, el proceso de psicoterapia se adapta a las necesidades y situación específica de cada persona y se rige bajo criterios de cercanía, respeto, empatía y privacidad.
Por ello la terapia en adultos, es un proceso de toma de consciencia, entendimiento y profundización. En el cual nos sumergimos en la historia de vida, para poder parar en aquellos «boxes» que han hecho mella en nosotros. Pero también, ponemos atención en todos aquellos recursos, de los cuales todos contamos en el día a día.
¿Qué técnicas se utilizan en la terapia para adultos?
Utilizamos una gran variedad de técnicas provenientes de distintos enfoques cognitivo y cognitivo-conductual, trauma, terapia sistémica, etc, poniendo el foco al rol protagónico de la persona que acude a terapia y al proceso de construcción de su propia realidad. El objetivo pasa por facilitar que la persona encuentre soluciones o alternativas adecuadas a su problemática. La terapia psicológica, además de reducir el malestar psicológico, también procurará ofrecer herramientas para lidiar con el día a día.
¿Cómo se distribuye la terapia para adultos?
La primera sesión informativa se centra en una primera valoración del caso y una aproximación a cómo podría ser el proceso terapéutico. Generalmente destinamos una sesión adicional a la evaluación y a continuación comienza el trabajo terapéutico. Los objetivos son acordados entre paciente y el psicólogo, así como las técnicas a emplear.
Las sesiones individuales tienen una duración aproximada de 50-60 minutos. La frecuencia entre las mismas se adecúa a la necesidad y disponibilidad de cada paciente. Generalmente se comienza con una frecuencia semanal que pasará a ser quincenal cuando se perciben mejorías significativas.
Sabemos que acudir a terapia no es un camino fácil, pero merece mucho la pena para poder relacionarte contigo mismo, tus relaciones y contextos de vida, de manera más saludable y consciente.
Si consideras que necesitas ayuda, nosotras esteremos encantadas de poder atenderte y trabajar juntos en ese camino hacía tu autodescubrimiento.