¿Cómo afrontar la transición de la vuelta de vacaciones? 7 consejos que te pueden ayudar con tu vuelta

Vuelta de vacaciones

Afrontar la transición de la vuelta de vacaciones después de un tiempo de desconexión, descanso y momentos agradables, la vuelta de vacaciones, suele por lo general marcar costar un poco en el regreso a la rutina: el trabajo, los estudios, las responsabilidades diarias… Y aunque muchas personas esperan con ilusión la estructura y los nuevos proyectos, no es raro sentir cierta resistencia, tristeza o ansiedad al finalizar las vacaciones.

Desde nuestra clínica de psicología, queremos acompañarte en este proceso y darte algunas claves para hacer esta transición de forma más amable y consciente.


¿Por qué cuesta tanto la vuelta de vacaciones?

Nos cuesta tanto volver porque durante las vacaciones, nuestro ritmo cambia. Disminuye el nivel de estrés, dormimos mejor, hacemos más actividades placenteras y nos permitimos desconectar. Al regresar, el cuerpo y la mente necesitan tiempo para adaptarse nuevamente al ritmo habitual.

Este fenómeno se conoce como síndrome postvacacional, y aunque no se considera un trastorno psicológico, sí puede generar malestar: fatiga, irritabilidad, falta de motivación, tristeza o problemas para concentrarse. La buena noticia es que suele ser temporal y, con algunos cuidados, puede aliviarse significativamente.


Consejos para una vuelta más saludable

  1. No te exijas estar al 100% desde el primer día: La adaptación lleva tiempo. Permítete ir poco a poco retomando las responsabilidades y ajustando tus horarios.
  2. Empieza antes con pequeños cambios: Volver a dormir y despertarse a horarios más regulares algunos días antes del primer día de clase ayuda muchísimo. Lo mismo con los tiempos de pantalla, alimentación o actividades.
  3. Recupera tus rutinas progresivamente: Dormir bien, comer de forma equilibrada y hacer algo de actividad física diaria ayudará a que tu cuerpo se estabilice y te sientas con más energía.
  4. Incluye momentos de bienestar en tu rutina: Las vacaciones nos recuerdan lo importante que es el placer y el disfrute. Intenta mantener pequeños espacios para ti: una caminata, leer, escuchar música o ver a tus seres queridos.
  5. Reflexiona sobre lo que aprendiste en vacaciones: ¿Qué te hizo bien? ¿Qué hábitos podrías mantener durante el año? A veces, el descanso nos da pistas valiosas sobre lo que necesitamos cambiar o mejorar en nuestra vida diaria.
  6. Hablar sobre cómo te sientes: Validar emociones es fundamental. Por ejemplo, en niños y adolescentes puede ser que se sientan tristes, agobiados o con pocas ganas de volver. Escuchar sin juzgar es la mejor forma de acompañar.
  7. Pide ayuda si lo necesitas
    Si el malestar persiste, sientes ansiedad intensa, tristeza profunda o falta de sentido en tu rutina, es importante consultar con un profesional. No estás solo/a y hablar con un profesional, puede ayudarte a reenfocar(te).

Septiembre también puede ser un comienzo

Ya en muchas ocasiones, septiembre se considera incluso el mes en el «comienza nuestro nuevo años», Y por ello, aunque el fin de las vacaciones, puede sentirse como un cierre, también puede verse como una oportunidad de introspección personal. Nuevas metas, aprendizajes, hábitos o decisiones pueden surgir en esta etapa del año.

Incluso animarte a cuidarte y empezar terapia, es algo que podría ser de acompañamiento para todo lo que quizá se ha podido mover dentro de ti en estas vacaciones.

El periodo vacacional es un momento que nos ayuda a parar y a recalcular sobre cómo estamos tanto a nivel relacional, laboral e interno, por ello, se puede llegar a sentir que el regreso nos cuesta más de lo esperado. Si crees que puede ser tu caso, no dudes en contactarnos.

En Psintegra, somos un equipo consolidado de psicólogas que estamos familiarizadas con acompañar a todo tipo de personas y circunstancias vitales, independientemente de que sea septiembre o enero. Y es por eso que estaremos encantadas de atenderte y cuidarte durante todo el año.