La terapia infantil o terapia con niños se lleva a cabo a través de un psicólogo infantil y se trabaja en construir un desarrollo psicológico adecuado para los más peques.
Muchas veces nos cuesta decidir si necesitamos, o no, ir a terapia con nuestros hijos.
¿CUÁNDO EMPEZAR CON LA TERAPIA INFANTIL?
Hay varias condiciones por las que empezar terapia infantil puede ser una buena idea:
- Cuando presentan rabietas o una gestión emocional muy intensa que te cuesta manejar. La regulación emocional es un aspecto clave en nuestra vida adulta, para ello, es muy importante empezar desde que son pequeños con una buena base emocional.
- Cuando tienen problemas de agresividad, autocontrol o enfado y no encuentras una manera de calmarles. El enfado o la rabia son emociones que, cuando están muy activadas, nos llevan a realizar comportamientos inadecuados. Esto a veces se traduce en una incapacidad para que los más peques puedan controlarse a la hora de pegar, faltar al respecto, gritar o arañar.
- Cuando tienen problemas de enuresis (episodios de orina diurnos o nocturnos) o encopresis (episodios de heces continuados) sin causa orgánica.
- Cuando sientes que tiene dificultades en sus relaciones sociales o percibes que hay problemas con compañeros de su clase (acoso escolar). Las habilidades sociales se aprenden desde que nos empezamos a relacionar con nuestros iguales en la etapa infantil, por ello, actuar tan pronto como veamos que surgen problemas en la conexión con otros es fundamental.
- Cuando hay una transición o un cambio vital en la familia: separación, divorcios, aparición de un nuevo hermano o nuevas personas a la unidad familiar. Este tipo de situaciones suelen generar un estrés en su desarrollo psicoemocional, por tanto, tener las herramientas necesarias para abordar estos cambios es muy importante.
- Cuando suele presentar miedos muy intensos, pesadillas o terrores nocturnos. Existen miedos evolutivos durante el desarrollo, sin embargo, a veces aparecen otros miedos no adaptativos que sobrepasan los recursos emocionales del niño y aparecen de forma explícita o incluso implícita a través de los sueños.
- Cuando han vivido o experimentado situaciones muy impactantes a nivel emocional, es decir, situaciones traumáticas, por ejemplo, pérdida de familiares, accidentes de tráfico, cambio de casa o país, cambio de colegio, etc. Para ello, la técnica EMDR ha demostrado una eficacia superior a cualquier otra técnica psicológica en procesar eventos traumáticos en edades muy tempranas, con ayuda de los padres.
- Cuando presentan dificultades para estar concentrados o bien tranquilos. El Trastorno por Déficit de Atención (TDA) o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) suele aparecer a lo largo del desarrollo y presentar verdaderas dificultades para los niños en el rendimiento académico. Por ello, saber detectarlo y poder ayudarles a transitar y superar con apoyos cada fase escolar es fundamental.
¿PARA QUÉ LA TERAPIA INFANTIL Y EN QUÉ CONSISTE?
El objetivo de la terapia infantil es mejorar la salud psicoemocional de tu hijo y, a la vez, generar un clima de seguridad y tranquilidad en tu familia y en casa.
Para ello, la ayuda de los padres en la terapia infantil es fundamental, dado que al mostrarse las dificultades en una etapa temprana del desarrollo los padres son quienes van a facilitar una gran parte de la información. Cuanto más pequeños sean, más presencia de los padres en la terapia.
En ocasiones, los hermanos o bien otros miembros de la familia que tengan mucho apego con el niño pueden ser invitados a la terapia. Sin embargo, en su gran mayoría son los padres los protagonistas junto con el niño en cuestión.
Buscar ayuda de un psicólogo infantil es tan importante cuando un niño presenta problemas psicoemocionales, como buscar ayuda en un pediatra cuando presenta problemas físicos.
Por lo que si es vuestro caso, adelante, nosotras estaremos encantadas de ayudaros.