El SÍNDROME DEL IMPOSTOR/A:YO FRAUDE

centro psicologia

El síndrome de impostor: ¿Alguna vez has sentido recurrentemente que no eras merecedor y válido de tus logros o que estos, no eran suficientes?

Os contamos la historia de Carlota:

Carlota tenía un currículum brillante y una gran reputación en su sector. Era de aquellas personas que disfrutaba aprendiendo y siendo una trabajadora incansable. A pesar de tener muchos años de experiencia y generar una gran productividad en su empresa, no sentía que esos logros fueran del todo suyos…

Sus grandes motores eran su autoexigencia y la valoración externa. Sin darse cuenta que dentro de ella convivía una sensación de falta de credibilidad de todo lo que generaba. Esto, se representaba en ansiedad e inseguridad constante, refiriéndose a sí misma como una impostora, como sí la fueran a descubrir.

A menudo, aparecían los “Y sis”…, preguntas anticipatorias sobre todo lo malo que podía ocurrir. Notaba como su cuerpo empezaba a hablar: presión en el pecho, nudo en el estómago y taquicardia.

Su baja tolerancia al error y el afán continuo de dar lo mejor de ella misma, por supuesto con ayuda del control y el perfeccionismo, hacían que su mirada autocrítica dudara de sus logros. Confirmando así, un círculo de afirmaciones negativas hacía ella misma, cayendo en el síndrome del impostor.

Esto hacía que Carlota se percibiera con mucha distancia entre lo que veían los demás y lo que ella percibía. Y es que, debajo de todo, en realidad sentía un miedo desproporcionado a fracasar y decepcionar a los demás.

La sensación de no estar a la altura y de no ser suficientemente competentes es bastante común en nuestra sociedad. Puede que se reconozca o refleje más en el aspecto laboral, ya que nos vemos inmersos en la cultura de la competitividad y productividad. Sumado a esto, la educación familiar es un gran condicionante, ya que tanto lo que pensamos o sentimos primariamente, se gesta en este entorno, siendo caracterizados en estos casos, por fomentar un alto nivel de conflicto y unos bajos niveles de apoyo. Como consecuencia, la falta de seguridad, mantiene la sensación y muchas veces aparecen bloqueos a la hora de asumir nuevos retos.

Para poder ayudar a Carlota empezamos a trabajar sobre su radiografía emocional, analizando el funcionamiento y ahondando en su autoconociento. A la par, fuimos detectando “creencias combustibles negativas”, entendiendo donde las había aprendido para así, encontrar esos momentos donde había sentido y ahora sentía, ciertas carencias internas.

Carlota descubrió, que su necesidad de control y autoexigencia, la impulsaban a estar hiperconectada con el trabajo y así desatendía su mundo emocional por miedo a que la dejasen de amar…Dentro de su historia de vida, esto lo había experimentado de niña, cuando por ejemplo, su padre que trabajaba mucho, lo primero que le preguntaba cuando llegaba a casa, era por sus notas excelentes y para él nunca llegaban a ser lo suficientemente buenas.

Gracias al trabajo interno que hizo, pudo pasar del piloto automático a manual y fortalecer el YO y sus otras áreas de vida.

¿Te has sentido identificado/a con Carlota? Si así es y sientes que es algo molesto para ti, nosotras estaremos encantadas de poder atenderte.

Publicado por Rocío Moreno

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