La crianza respetuosa ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus principios basados en el respeto mutuo, la empatía y la comprensión hacia los niños. Sin embargo, a pesar de sus beneficios ampliamente reconocidos por los expertos, esta forma de crianza sigue siendo objeto de críticas. En este artículo exploramos algunas de las razones detrás de estas críticas y cómo pueden influir en la percepción de los padres y madres que intentan seguir estos principios.
1. Desconocimiento de sus principios
Una de las principales razones por las que la crianza respetuosa es criticada es la falta de comprensión sobre qué implica realmente. Muchas personas asumen que este enfoque es simplemente «dejar que los niños hagan lo que quieran», cuando en realidad, la crianza respetuosa no es permisiva, sino que se basa en establecer límites claros de manera amorosa y comprensiva. En lugar de recurrir a castigos o amenazas, se busca enseñar a los niños a través del diálogo y el ejemplo.
El malentendido de lo que realmente representa esta filosofía puede llevar a la crítica, ya que las personas que no comprenden sus principios pueden interpretarlo como una forma de educación débil o permisiva.
2. Desafío a normas tradicionales
La crianza respetuosa cuestiona muchas de las normas tradicionales de disciplina que han estado presentes a lo largo de generaciones, como el castigo físico, los gritos y el control rígido de los comportamientos infantiles. En muchos contextos, la forma en que los padres fueron criados y la cultura de la autoridad parental se ve como la manera «correcta» de educar a los niños.
Cuando una familia opta por una crianza más respetuosa y orientada a la comunicación, algunos pueden verla como una amenaza a estas normas establecidas. Este cambio genera resistencia porque, en muchas ocasiones, las personas no están dispuestas a cuestionar las prácticas que, aunque pueden ser ineficaces o dañinas, han sido parte de la tradición familiar y cultural.
3. La presión social y cultural
La sociedad y la cultura a menudo imponen expectativas rígidas sobre cómo deben comportarse los niños y cómo deben educarlos los padres. En una cultura en la que los resultados rápidos y visibles son valorados, la crianza respetuosa puede ser vista como un enfoque más lento y gradual. Las críticas pueden surgir de la percepción de que este tipo de crianza no produce resultados inmediatos o tangibles, como el comportamiento «perfecto» de los niños.
Además, los padres que siguen este enfoque pueden sentir que están siendo juzgados por no aplicar métodos más tradicionales o «eficaces», como los castigos. Esta presión externa puede generar dudas y, en algunos casos, puede llevar a cuestionamientos sobre la efectividad de la crianza respetuosa.
4. Mitos sobre la falta de autoridad
Algunas críticas a la crianza respetuosa se centran en el supuesto de que este enfoque «suaviza» la autoridad parental. Sin embargo, en la crianza respetuosa, la autoridad no desaparece, sino que se redefine. En lugar de una autoridad basada en el miedo o el control, la autoridad en este enfoque se basa en el respeto mutuo y en el entendimiento de que los padres son los guías, no los dictadores.
Este cambio de paradigma puede hacer que algunas personas sientan que la crianza respetuosa es un enfoque ineficaz para «mantener el orden», especialmente cuando se comparan con métodos más autoritarios.
5. La sobrecarga emocional de los padres
Otro aspecto que genera críticas es la idea de que la crianza respetuosa pone una gran carga emocional sobre los padres. Este enfoque requiere una mayor cantidad de paciencia, autocontrol y empatía, lo que puede resultar muy exigente para quienes tienen un estilo de vida acelerado o estresante.
El esfuerzo constante de ser coherentes, reflexivos y conscientes de las emociones propias y ajenas puede hacer que los padres se sientan agotados y, en algunos casos, culpables si no cumplen con estas expectativas. La crianza respetuosa también implica una autocrítica constante, ya que los padres deben estar en continua evolución y aprendizaje.
6. Expectativas de los «expertos» en crianza
Los padres que siguen la crianza respetuosa a menudo reciben críticas por no seguir consejos populares de «expertos» en crianza que promueven enfoques más tradicionales. En muchos medios de comunicación, la figura del «experto en crianza» se asocia con un enfoque que favorece la disciplina autoritaria y las soluciones rápidas, lo que genera una desconexión entre las tendencias basadas en el respeto mutuo y las normas vigentes en la sociedad.
La crianza respetuosa no es una moda ni una tendencia pasajera, sino una filosofía educativa que promueve una crianza más empática, comprensiva y basada en el respeto mutuo. A pesar de sus beneficios, sigue siendo criticada por aquellos que no comprenden sus principios o que están demasiado apegados a métodos tradicionales.
Es importante recordar que, como cualquier enfoque de crianza, la clave está en la flexibilidad y la adaptación a las necesidades de cada niño. La crianza respetuosa no es una receta infalible ni única, pero sí una invitación a educar desde el amor, la paciencia y el respeto, valores que pueden transformar no solo la relación entre padres e hijos, sino también la sociedad en su conjunto. Si necesitas ayuda con respecto a la crianza con tus hijos, en nuestro equipo de Psintegra, estaremos encantadas de acompañarte en este camino.